Mujeres... esta vez muestro mujeres
De retratos, escenas y relatos...
Las fotografías simulan mostrar lo que existe, pero hay un punto en que una foto no es más que la forma en que una mirada construye lo que mira. Armada de su cámara y de su mirada sensible, Alicia Segal captura imágenes que demuestran que la belleza puede estar en cualquier parte, que lo auténtico es especialmente bello y que la autenticidad femenina es más bella aún.
Alicia Segal las retrata, a las mujeres. Pareciera no haber un armado del retrato ni una puesta en escena. Pero sí una integración de la fotógrafa con el tema y las personas que fotografía. Un tomarse el tiempo que significa comprender, escuchar y aprender la escena que tiene enfrente. Así, su aproximación se vuelve reflexiva.
Si es cierto que la fotografía se roba algo del alma, Alicia Segal se lo roba antes de que la retratada tenga oportunidad de caer en alguna pose artificial. Prefiere concentrarse en ese irrepetible momento en el que los retratados parecen sentirse a gusto frente a la lente. Y eso tiene más que ver con la actitud de la fotógrafa que con el retratado. Segal se concentra en establecer una atmósfera de confianza y comunión, y entonces las fotografías se vuelven un regalo del otro.
Y por eso, no son sólo retratos de mujeres. No son el congelamiento fugaz de la imagen. Son el relato de sus culturas, de sus geografías, de sus compañías, de sus trabajos. Su mirada sobre el universo femenino transforma estas imágenes en escenas abiertas, inagotables. Son escenas más que retratos y en la escena está el acontecimiento, aquello que irrumpe, que conmueve y que sorprende. En la escena están los huecos por donde, la fotógrafa primero y el espectador después, pueden establecer sus relaciones y sus recorridos.
Este viaje visual, cuya coherencia es la de quien ha encontrado su lenguaje y que representa también el viaje de la fotógrafa, indaga en cuestiones de la propia identidad femenina, en sus cuerpos y sus gestos, en sus rostros y sus movimientos, en sus rastros y sus secretos. Por eso, su mirada personal es también colectiva.
Datos de la muestra:
Inauguración: 8 de agosto, 18 h
Extensión: hasta el 2 de septiembre
Espacio Cultural BCN
Adolfo Alsina 1835, CABA
Entrada libre y gratuita
Las fotografías simulan mostrar lo que existe, pero hay un punto en que una foto no es más que la forma en que una mirada construye lo que mira. Armada de su cámara y de su mirada sensible, Alicia Segal captura imágenes que demuestran que la belleza puede estar en cualquier parte, que lo auténtico es especialmente bello y que la autenticidad femenina es más bella aún.
Alicia Segal las retrata, a las mujeres. Pareciera no haber un armado del retrato ni una puesta en escena. Pero sí una integración de la fotógrafa con el tema y las personas que fotografía. Un tomarse el tiempo que significa comprender, escuchar y aprender la escena que tiene enfrente. Así, su aproximación se vuelve reflexiva.
Si es cierto que la fotografía se roba algo del alma, Alicia Segal se lo roba antes de que la retratada tenga oportunidad de caer en alguna pose artificial. Prefiere concentrarse en ese irrepetible momento en el que los retratados parecen sentirse a gusto frente a la lente. Y eso tiene más que ver con la actitud de la fotógrafa que con el retratado. Segal se concentra en establecer una atmósfera de confianza y comunión, y entonces las fotografías se vuelven un regalo del otro.
Y por eso, no son sólo retratos de mujeres. No son el congelamiento fugaz de la imagen. Son el relato de sus culturas, de sus geografías, de sus compañías, de sus trabajos. Su mirada sobre el universo femenino transforma estas imágenes en escenas abiertas, inagotables. Son escenas más que retratos y en la escena está el acontecimiento, aquello que irrumpe, que conmueve y que sorprende. En la escena están los huecos por donde, la fotógrafa primero y el espectador después, pueden establecer sus relaciones y sus recorridos.
Este viaje visual, cuya coherencia es la de quien ha encontrado su lenguaje y que representa también el viaje de la fotógrafa, indaga en cuestiones de la propia identidad femenina, en sus cuerpos y sus gestos, en sus rostros y sus movimientos, en sus rastros y sus secretos. Por eso, su mirada personal es también colectiva.
Débora Szuchmacher
Datos de la muestra:
Inauguración: 8 de agosto, 18 h
Extensión: hasta el 2 de septiembre
Espacio Cultural BCN
Adolfo Alsina 1835, CABA
Entrada libre y gratuita
